CONCIERTOS DE MUSICA SACRA

Valor espiritual de la Música Sacra

  

La música tiene capacidades altísimas de expresar las riquezas de toda cultura. No sólo esto: sino que por su naturaleza puede hacer resonar armonías interiores, despierta intensas y profundas emociones, ejerce un poderoso influjo con su encanto.

Tanto si exalta la palabra del hombre como si da forma melódica a la Palabra que Dios ha revelado a los hombres, como si se difunde sin palabras, la música, como voz del corazón, suscita ideales de belleza, la aspiración a una perfecta armonía que no turban pasiones humanas y el sueño de una comunión universal.

Por su trascendencia, la música es también expresión de libertad: escapa a todo poder y puede convertirse en refugio de extrema independencia del espíritu, donde ella canta, aun cuando todo parezca envilecer o coaccionar al hombre. (Cf. Juan Pablo II, Discurso con ocasión del Año Europeo de la Música, 6 de agosto de 1985)

 

“El aire festivo del canto y de la música son también una invitación constante para los creyentes y para todos los hombres de buena voluntad a comprometerse a fin de dar a la humanidad un futuro rico de esperanza.” (Benedicto XVI, Discurso 29.04.10)

 

La música, al elevar el alma a la contemplación, nos ayuda a captar los matices más íntimos del genio humano, en el que se refleja algo de la belleza incomparable del Creador del universo.” (Benedicto XVI, Discurso 21.04.06)

 

La música como arte puede ser una manera particularmente adecuada de anunciar a Cristo, porque logra hacer perceptible el misterio con una elocuencia muy suya.” (Benedicto XVI, Discurso 12.02.09)

 

La música es un lenguaje que necesitamos para entrar en sintonía con la belleza de Dios, para descubrir su presencia. La fe “es amor y por ello crea poesía y crea música” (Benedicto XVI, Audiencia, 21-V-2008). La música es cuestión de amor, de querer tratar a Dios con todo nuestro ser.

 

La época del Barroco había vuelto a encontrar una asombrosa unidad entre la música profana y la música de las celebraciones litúrgicas, y había tratado de poner al servicio de la gloria de Dios toda la fuerza luminosa de la música. En la Iglesia podemos escuchar a Bach o a Mozart, y en ambos casos percibimos, de manera sorprendente, lo que significa gloria Dei, la Gloria de Dios. Nos encontramos frente al misterio de la belleza infinita que nos hace experimentar la presencia de Dios de una manera mucho más viva y verdadera de lo que podrían hacernos sentir muchas homilías.

(Cf. Joseph Ratzinger, Revista Humanitas. Santiago de Chile).


LOS CONCIERTOS BENÉFICOS tienen una entrada como donativo a la causa de que se trate (se especifica en cada caso). Se puede participar también mediante la FILA CERO: BIZUM 00505

LOS DEMÁS CONCIERTOS son de entrada libre hasta completar aforo. 
FILA CERO: BIZUM 00505, se pone a disposición de quienes desean colaborar en el Proyecto de Restauración de Fachadas y Cubiertas de la Basílica, estén o no presentes en el concierto.

También se puede dejar la donacion en las huchas de las peanas junto a las pilas del agua bendita que hay a la entrada / la salida de la Basílica.